Storytelling, cine y presentación

Mucho se habla de unir la narración, el cine y la presentación para contar las mejores historias. Pero, ¿se aplican eficazmente las técnicas de narrativa cinematográfica en el mercado empresarial?

¿Cuántos cursos de narración prometen llevar la experiencia de las grandes historias cinematográficas al mundo de las presentaciones corporativas? Un infinito. La mayoría habla de técnicas narrativas universales que el cine ha aprendido de otras artes, especialmente del teatro griego, y que ha utilizado con éxito en algunos blockusters famosos. Pero, lamentablemente, estas técnicas ayudan poco al ejecutivo a la hora de crear su presentación.

Primero, debido a la forma en que se exponen estas teorías, en cursos cortos, se usa poco. La mayoría enseña la superficie del conocimiento antiguo, sistematizado principalmente por nada menos que el filósofo griego Aristóteles, en su libro “A Poética”. Veintidós siglos después, mucha agua y discusiones académicas y prácticas pasaron por debajo del puente y encajar la narrativa occidental en un solo concepto, la famosa narración, es al menos un grave error. Segundo y más importante porque, aunque los cursos fueran de larga duración, con importantes estudios sobre la historia de la narrativa y estudios de películas que utilizaran tales conocimientos, esto ayudaría en parte al ejecutivo.

Presentaciones corporativas

La presentación corporativa tiene particularidades que otros idiomas no tienen. Implica una mezcla de emoción y razón no prevista en el mundo de la narrativa. Cuando se escribe una buena historia no tiene el propósito explícito de vender algo, mientras que toda presentación corporativa es una venta de una idea, producto o concepto. Por supuesto, la emoción que encontramos en las grandes historias es bienvenida en una presentación, pero ¿qué pasión podemos encontrar en un encuentro estratégico que definirá los próximos tres años de una empresa? ¿Cómo se compara el plan de marketing de una empresa minorista con la saga Luckie Sky Walter en Star Trek? Es un ejercicio muy imaginativo con pocos resultados prácticos. Y el resultado práctico es justo lo que buscan todas y cada una de las empresas.

El legado del cine

Ante esto, queda la pregunta: ¿en qué cine se puede inspirar una presentación corporativa? En el concepto más elemental del teatro griego: explorar un solo tema por historia. Fue así en las grandes tragedias. Es así en las grandes superproducciones. De hecho, el cine utilizó (y utiliza) esta técnica con mucha habilidad. El último ganador del Oscar, O Parasita, es un gran ejemplo. La película trata de un solo tema, la lucha de clases. Un tema tan batido como la propia historia. El éxito de la película radica en la creatividad del autor para encajar el tema en una narrativa original. Pero es un hecho que en todas las escenas, sin excepción, podemos extraer el tema propuesto por el autor. Fácil ¿verdad? No, muy dificil. No ser explícito y aburrido y, sin embargo, hablar de un solo tema ha sido el desafío de los escritores y dramaturgos durante milenios.

La elección de un único mensaje es, por tanto, la mayor inspiración que el cine puede aportar a una presentación corporativa. La buena noticia es que, para el ejecutivo, tomar esa decisión es mucho más fácil que para un escritor. El mensaje es el motivo mismo de la presentación.

Sea lo que sea, una nueva idea, un nuevo producto, una nueva herramienta de gestión, elija un solo tema para su presentación. Hecho esto, use su creatividad para hablar de manera diferente sobre lo mismo. Esta es la magia que el teatro griego enseñó para el cine. Este es el legado que nos puede traer el cine.